viernes, 23 de julio de 2010

23 de Julio

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.


Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto

Isaías 9:6-7


El 23 de Julio de 1982 volvió Cristo a la tierra, en su carácter de Rey de Reyes y señor de señores, el león conquistador de la tribu de Judá, el retoño de David. Nació en Etiopía, descendiente número 225 de la antiquísima dinastía salomónica, vino para establecer justicia, igualdad y verdad, para regir con vara de hierro a las naciones y luchar contra la bestia. En 1931 luchó contra la invasión fascista de Mussolini que contaba con la bendición del papa, para así apoderarse de Etiopía, la cuna de la humanidad, pero luego de apelar con un maravilloso discurso ante la Liga de las Naciones que hizo oídos sordos por mucho tiempo, pudo adquirir la ayuda necesaria para derrotar al invasor, a quien le dio la oportunidad de quedarse o volver a su tierra, sin tomar venganza.


23 de julio es una fecha importantísima para la humanidad y sobretodo para la hermandad internacional Rastafari. Hoy se celebraba un nyahbinghi en la comuna de Pirque, al que lamentablemente llegué tarde. Fue un día místico, con contrastes: Por la mañana fui a jugar un partido de fútbol con mis ex compañeros de colegio, yo y yo sabe que éste es un día para disfrutarlo y compartir, entonces lo mejor era jugar un partido de fútbol, que es una de las cosas que más disfruto y luego ir al Tabernáculo Rastafari del Sur.


Decidí ir en bicicleta a jugar el partido hasta el Estadio Nacional, trayecto en el cual demoré 45 minutos. El plan era luego volver a la casa tipo 2 de la tarde, almorzar y emprender el viaje hasta Pirque, pero a las 2.21 recién iba saliendo del Estadio, a medida que comencé a avanzar en la bicicleta me fui sintiendo cansado hasta el punto de tener que parar en medio de la calle a descansar ya que no sentía las piernas y el sueño era casi incontrolable. Luego de una hora y quince minutos logré llegar a la esquina de mi casa donde mi mamá me fue a buscar y me dijo que estaba muy pálido, junto con mi abuela me ayudaron a caminar, llegué y me dieron almuerzo, me cambiaron la ropa mojada y gracias a ese amor recibido me comencé a sentir mejor. La idea luego de ese malestar era dormir hasta mañana, ya que además esta semana había dormido poco por los estudios y el viaje, pero gracias a JAH y al amor con el que me atendieron me sentí muy bien y me levanté, me bañé y partí a Pirque. Llegué después de que la ceremonia se había terminado, pero pude compartir, tomar oncecita con los hermanos y entrar al tabernáculo a hacer una oración. Se me invitó a quedarme pero decidí venir para la casa. Damos gracias por sentirme Irie, y por este dia que terminó tan bien. Selah.

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