Nos encontrábamos en clase de psicología general, cuando llegan nuestros compañeros de segundo, encapuchados como siempre para hacer alguno de los rituales de iniciación a los mechones. Lo que tocaba ese día era el apadrinamiento, una manera de incluirnos aún más en esto que es el asunto universitario.
Primero nos mostraron un vídeo en el que se podía ver imágenes relacionadas con el conflicto Mapuche, e imágenes de variadas marchas, ya sea por el día del trabajador o por los estudiantes, en lo personal me gustó mucho el video, aunque el debate después de éste fue muy vago. Luego vimos una obra hecha por ellos mismos en la que se relataba un poco lo que fue el golpe de estado de 1973. Se hizo un homenaje al pueblo Mapuche y a los detenidos desaparecidos de la dictadura militar, fue muy emotivo, sobretodo el segmento en el que habló el profesor Lionel Zúñiga. Este acto fue una conmemoración a nuestra cultura y al deber que tenemos como estudiantes de mantener viva esa llama de lucha por la causa social.
Después vino lo esperado, el apadrinamiento. Cada alumno de segundo año, se volvía encargado de uno o dos alumnos de primero, para ayudarlo con lo que sea pertinente, orientarlo, compartir, etc. Así uno siente el apoyo, y en mi caso particular, mi padrino estudió en el mismo colegio que yo, por lo tanto tenemos cosas en común.
Recordemos que la socialización es un proceso en el cual un individuo que pertenece a una sociedad o cultura, interioriza normas, valores y maneras de percibir la realidad, para que así se pueda desempeñar de la mejor manera posible en la interacción con los demás individuos dentro de la sociedad.
Me parece muy bueno que se haga este tipo de actividades, para así uno poder orientarse y no andar solo ni a la deriva, y poder sentirse de verdad inmerso en este grupo social que es la universidad, la facultad de ciencias sociales y la carrera de sociología.
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