Cada sociedad define sus desviaciones. Por ejemplo en Jamaica sería muy raro que se discriminara a una persona con el pelo largo y enredado (dreadlocks), así como en África, pero en un país como Chile, que apunta a ser un país desarrollado, todavía se discrimina a la gente que deja de cortarse el pelo. Acá el usar el pelo así no va con las pautas y normas de acción que son aceptadas mayoritariamente.
Los dreadlocks usados por los pertenecientes al culto religioso rastafari nacen por una alianza de la persona con Dios en el corazón que se manifiestan de forma externa como una manera de rebelarse contra el sistema, pero más que eso para demostrar el apartamiento a Yahvé al consagrarse al voto de los nazareos, el cual estipula que no se debe pasar navaja sobre la cabeza ni la punta de la barba, y la abstención de bebidas fermentadas y de acercarse a algún muerto.
Se ejerce un control social para regular a un grupo y puede ser formal o informal. Hace algunos años en la televisión daban un comercial de launol, un shampoo contra los piojos en el que salía un tipo con dreadlocks y luego de usar el producto, su pelo se desenredaba. Con esto se deducía que los dreadlocks eran sinónimo de piojos y falta de aseo, por lo que Dagoberto Pérez Videla, sacerdote rastafari de Chile, conocido como Ras Don fue a los tribunales para demandar esta actitud discriminatoria contra esta imagen relacionada con la subcultura rastafari, que es vista como una desviación por la actual sociedad chilena. No le fue muy bien con la demanda, ya que se argumentó que en ningún momento se apuntaba al protagonista del comercial como una persona perteneciente al culto rastafari, por lo que el reclame siguiera transmitiéndose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario